Todos buscamos disfrutar al máximo la práctica del esquí y el snowboard, pero sin olvidar hacerlo siempre en condiciones seguras; los esquiadores y snowboarders debemos ser los protagonistas y principales responsables de nuestra propia seguridad, tomando además las medidas necesarias para no producir ningún daño a otros esquiadores.

Para ello es fundamental que mantengamos una actitud preventiva, adaptándonos en todo momento a las condiciones del medio en el que desarrollamos nuestro deporte.

La actitud preventiva debe empezar mucho antes de llegar a las pistas. Es muy importante comenzar la temporada con la forma física adecuada; Aunque en ocasiones la publicidad nos presenta la experiencia como turística, en realidad, esquiar es una práctica deportiva con elevadas exigencias técnicas y de estado físico. No es necesario ser un deportista de élite, pero sí lo es tener el adecuado entrenamiento; para lo cual es conveniente hacer deporte regularmente. Antes de empezar la temporada de esquí es muy recomendable ejercitar la musculatura de piernas, brazos, abdominales y lumbares. Acudir con regularidad a un gimnasio, montar en bicicleta, correr o hacer montaña con regularidad pueden ayudarnos a disfrutar en mayor medida de la experiencia del esquí.

Nuestro equipo es otro de los componentes fundamentales para disfrutar de la práctica de este deporte. Debe ser completo y estar buen estado:

• Esquís: De la medida adecuada (10-20 centímetros menos que tu estatura), con cantos afilados y suelas en buen estado; es conveniente realizar un adecuado mantenimiento al menos una vez al año, o siempre que sea necesario cuando observemos deterioros.
• Fijaciones: En buen estado y reguladas al peso y técnica del esquiador; si no eres es un experto, debes acudir a profesionales que te las regularán de forma adecuada. Una fijación mal regulada puede provocar lesiones importantes si no salta en una caída.
• Botas en buen estado y de la talla adecuada. Usadas con calcetines de grosor fino para evitar rozaduras. No es necesario ceñir excesivamente los ganchos, la bota debe sujetar bien el pie y el tobillo pero no resultar incómoda. Os recomendamos que las probéis antes de comprarlas y elijáis las más cómodas (no las más bonitas) 😛
• Casco de la medida adecuada y en buen estado. En caso de un golpe fuerte debe ser repuesto. Debemos prestar especial atención a ajustar adecuadamente el barbuquejo (cinta que pasa por debajo de la barbilla), debe quedar bien sujeto y no salirse en caso de caída.
• Gafas de sol y de ventisca: adecuadas a la práctica deportiva en montaña. Mínimo categoría 3 para días soleados y categoría 2 para días de niebla. Nuestros ojos sufren doblemente en un entorno de montaña y nieve.
• Ropa de abrigo adecuada a las condiciones climatológicas. Y recuerda por mucho calor que haga ¡¡nunca debemos esquiar en manga corta o sin guantes!!; la nieve es muy abrasiva en caso de caída y pueden producirse importantes quemaduras.
• Protégete del sol; utiliza cremas de adecuado factor para que tu piel no sufra; A partir de FPS 30.

 

¡¡¡ESQUIADOR QUE PREVIENE, MEJOR ESQUIADOR!!!